Escuala de Liderazgo
Lección 46 Parte 6

                     ESCUELA DE LIDERAZGO SAN PABLO

                  "Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo." (I Corintios 11:1) 

               (Con Frank Eiklor, Walter Contreras, Cecilia Contreras y Christopher Lucey)

 

 MEMORIZANDO LAS ESCRITURAS:

LA PROVISION DEL PODER DE DIOS PARA UNA VIDA PODEROSA (Parte 6)

LECCIÓN 46   Parte 6

 

INTRODUCCIÓN

 

Esta es la lección final en nuestra serie en cómo memorizar y meditar en las Escrituras. En nuestra Escuela del Liderazgo, no creo que ningún tema sea más importante que este. Es porque no hay nada comparado con tomar tiempo asolas con su Señor en Su Palabra y oración.

 

Mantenga estas seis lecciones donde usted  pueda repasarla las veces que sean necesarias. La mejor manera de recordarlas es enseñándoselas a otros.

 

En nuestra última lección, aprendimos a cómo memorizar versos singulares. En la Parte 6, nos concentraremos en guardar secciones de la Palabra de Dios- e incluso capítulos- en nuestros corazones. En la realidad, usted está memorizando los pensamientos, sentimientos, advertencias y las instrucciones de Dios a para usted en su vida diaria. ¡¿Hay algo más importante?!

 

MEMORIZANDO SECCIONES DE LA ESCRITURA

 

¿Cómo puede moverse de solo versos a secciones? Sencillo y natural. Primero que todo, olvídese de memorizar secciones hasta que usted tenga varios versos claves. Por secciones, yo quiero decir versos consecutivos de la escritura memorizados en unos paquetes. Lo mío vino tan naturalmente. Por ejemplo, yo era un Marinero en Asia con una gran hambre por el Señor. Era un hombre transformado, nacido de nuevo, y yo no podía obtener suficiente del Libro. Yo me saciaba literalmente día a día como un hombre hambriento dirigido al alimento, o a un hombre que se muere de sed a un tanque lleno de agua.

 

SOLOS VERSOS SINGULARES PRIMERO

 

Encontré a Romanos 8:28 y me enamoré de el. Satisfació una necesidad en mi vida- que conocer a Dios era soberano- el jefe de todo sobre mí. "Y sabemos que los que aman a Dios, a los que conforme a su propósito son llamados." Quizás después, yo me encontré Romanos 8:31 me ministraba  porque enfrentaba algunos temores, tal como testificar acerca de Cristo. Romanos 8:31 dice,  "¿Qué, pues, diremos a estos? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?" Eso era dinamita. Tuve otro verso memorizado.

 

Después, puede haber estado atravesando algunas dudas acerca de mi salvación- algo que muchos cristianos nuevos enfrentan, y estaba leyendo Romanos 8:38, 39, "Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro." ¡Qué bendición que eran esas escrituras! ¡Qué paz! ¡Qué fuerza para mi fe!

 

PONERLO JUNTO

 

Esto fue cuando me di cuenta que había memorizado Romanos 8:28, 8:31 y 8:38, 39. ¿Pensé así mismo, "tengo esos cuatro versos- ¿por qué yo no memorizo los otros en medio, así tengo la sección en contexto?" Eso fue lo que hice, comenzar con Romanos 8:28 hasta 8:39. Qué sentimiento mas maravilloso fue cuando tuve finalmente esa sección enteras memorizada y repase hasta que llego a ser parte de mí.

 

Así como con versos singulares, yo tuve que pasar las mismas tres etapas con mi primera sección de escrituras. La primera etapa era difícil, cuando sentía como que "todos era pulgar" y "no cerebro." La segunda etapa era mecánica y probó ser la etapa más peligrosa. Esto es donde tuve los versos memorizados pero trabajaba tan duro en solo retenerlos que no obtenía ningún significado de ellos. Ese es el momento cuando Satanás  puede venir y decir, "Usted está sólo memorizando la Escritura para presumir. Usted no está obteniendo nada de esto cuando usted lo hace." Y si nosotros no tenemos cuidado, usted y yo estaremos de acuerdo con él.

 

Dese cuenta que usted tiene que pasar por medio de esta etapa mecánica para llegar a la etapa natural. Imagínese a un niño que aprende a caminar- muy difícil al principio y entonces como un soldado mecánico de juguete apenas permanecer en sus pies pero camina sólo. Finalmente, la tercera etapa viene cuando un niño puede correr, caminar, saltar, darse vuelta- y nunca parece estar cansado. Es la misma cosa el memorizar.

UN SISTEMA DE TARJETA QUE TRABAJA

 

Memorice sus secciones de Escritura de la misma manera que hace con sus versos; escríbalos en un pedazo de papel, si usted escoge. O usted quizás use simplemente su Biblia cada vez y se refiere a ella. En memorizar escrituras singulares, yo siempre recomiendo el sistema de tarjeta porque usted los puede revisar en cualquier lugar que usted va.

 

MEMORIZAR CAPÍTULOS Y LIBROS

 

Una vez más, manténgalo sencillo. El primer libro que memoricé era Filipenses. Pienso que recuerdo cómo sucedió. Había memorizado muchos versos tal como Filipenses 1:6, "Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo "; Filipenses 2:13, "porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad"; Filipenses 3:13, 14 "Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús"; Filipenses 4:4, "Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos!"; Filipenses 4:13, "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece"; y Filipenses 4:19, "Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a su riquezas en gloria en Cristo Jesús."

 

 

MEMORIZAR SU PRIMER CAPÍTULO

 

Usted lo ve ya. Había memorizado muchos versos y había puesto algunas de esas escrituras juntas en paquetes llamadas secciones- tal como Filipenses 4:4 al 4:9 donde nos dice que nos  regocijemos, no nos preocupemos de nada, permita que la paz de Dios que pasara todo entendimiento mantenga nuestros corazones, piense en cosas positivas, y siga el ejemplo de Pablo de la obediencia. Yo ahora me encontré con la realización deleitosa de tener muchos versos en mi banco de la memoria, más aún unas pocas secciones, que dije, "Mira Franco, hay sólo cuatro capítulos en el libro de Filipenses- Memorízalos todo y tendrás las instrucciones de Dios dadas a los cristianos de Filipenses por Pablo.

 

Así que eso fue lo que hice repasaba capítulos como repasaba versos-todos mis capítulos todos los días cuando comencé primero. A fin de cuentas, yo sólo tenía cuatro capítulos y no quería perderlos. Pronto yo los hacía cada dos días, cada tres días, y finalmente una vez cada semana al volverse más familiares. Mientras tanto, aprendía versos nuevos, secciones, y capítulos y tenía que hacer ésos diariamente. Hoy, puedo repasar en seis semanas todos los capítulos y libros en los que he trabajado al tomar un cierto número de capítulos cada día.

 

REPASAR, REPASAR, REPASAR

 

Amo repasar mis escrituras diariamente porque he memorizado muchos capítulos y no quiero perderlos. Ahora repaso una porción de la escritura todos los días de la semana- y son por siempre frescos y nuevos. Recuerde, cuando usted comienza primero con versos de escritura y secciones, usted nunca los retendrá repasándolos mensualmente. Usted los olvidará al momento que los quiera repasar. Tome el repaso diariamente por un plazo de tiempo, entonces cada dos días, cada tres días, hasta que, poco a poco usted se sienta que el verso se puede retener y puede ser usado repasándolo en cualquier espacio de tiempo que usted sienta que es cómodo y necesario a mantenerlo una parte de usted.

 

Así es cómo memorizo la Escritura. ¿Sencillo, no lo es? ¿La pregunta grande es si usted ama al Señor lo suficiente para sacrificar el tiempo y el esfuerzo para guardar Su Palabra en el corazón y  hacerla una parte de su vida para que usted sepa los pensamientos de Dios y pueda pensar y actuar en ellos? Memorizar y repasar la Escritura es un trabajo duro. Es por eso qué la mayoría de los Cristianos nunca lo harán. Ellos son demasiado perezosos y quieren sus bendiciones de "la manera fácil."

 

Usted nunca obtendrá la preciosura de la Palabra del Señor absorbiéndola por medio de su piel; usted tendrá que guardarla en su corazón, y eso tomará tiempo y determinación.

 

Es una cosa memorizar y repasar la Escritura- y todavía otra vivirla y ponerla en acción. Pero he encontrado que es muy difícil vivir la Palabra hasta que usted sabe la Palabra. Una vez que usted la sabe y repasa, el Espíritu Santo tiene la munición con que condenar, alentar, o motivarlo. Eventualmente, si usted sigue repasando un verso de la escritura, usted será forzado a vivir ese verso, o el Señor lo seguirá condenando hasta que usted lo haga. Sus debilidades pueden llegar a ser la fuerza, los temores pueden ser reemplazados por la audacia, y el egoísmo puede ser agobiado por un amor supremo por Dios y otros.

 

Comience con versos. Gradúese a secciones o aún algunos de los Salmos pequeños tal como Salmo 1, 15, 23, etc. Algún día, usted estará memorizando los capítulos de la mente de Dios-

después libros. Y al más conocer Sus pensamientos, más usted pensará como Él,  más pensara como Él, más actuará como Él. Y cuando más usted y yo actuamos como Él, más impresionaremos a nuestro mundo al darle cuerpo a Jesucristo a un mundo que está cansado de palabras humanas pero muy impresionado por acciones. Ellos verán más de Jesús y menos de nosotros.

 

Comience ahora. Y cuando usted está tentado a dejar, recuerde que el secreto de Winston Churchill para su éxito magnífico fue atribuido a su lema sencillo: "Nunca se rinda. Nunca se rinda. Nunca se rinda. ¡Nunca, nunca, nunca, nunca, nunca!"


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